El oído es un sensor de sonido que está adaptado a las necesidades del ser humano en su ambiente.
» El oído humano convierte los cambios de presión en impulsos nerviosos que se envían al cerebro.
» El oído está adaptado especialmente a nuestro medio ambiente. Por consiguiente no es igualmente sensible a todas las frecuencias.
» En un sonómetro se debe tener en cuenta la "respuesta de frecuencia" del oído humano para que el medidor interprete las señales sonoras exactamente de la misma forma que el oído.